Todo alumno, y especialmente los TDHA, deben tener claro lo que deben y no deben hacer, lo que está bien y mal. Tener claros los límites es importante por varios motivos:
1. Lo ayudamos a integrar las normas: Con el aprendizaje de normas ayudamos a este tipo de niños, a menudo dispersos, a saber predecir su propia conducta. Este apatado puede asemejarse a los principios del constructivismo. Partimos de lo que sabemos para ampliar conocimientos. Un niño TDHA, si sabe lo que va a provocar su conducta, tendrá iniciativa propia para realizarla o no.
2. Lo ayudamos a sentir seguridad en sí mismo: la imposición de límites estables y acordes a ambas figuras parentales da como resultado seguridad en sí mismo, ya que más adelante sabrá qué está bien y qué no, y podrá elegir con pleno conocimiento qué camino tomar. Es falsa la creencia de que poner límites y ser exigente provoca que te quieran menos.
3. Lo ayudamos a tener un buen autoconcepto. Cuando se tienen los límites claros y las normas en casa están establecidas, saben que lo están haciendo bien y se sienten bien consigo mismos. Como dice Orjales I., “cuando un niño se porta mal, aunque no lo manifieste abiertamente, se siente malo y su autoestima se deteriora”.
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