viernes, 16 de diciembre de 2011

CONCLUSIONES FINALES

Y llegamos al final del proyecto. No puedo decir que me alegre, ya que ha sido toda una experiencia. En mi día a día trabajo con los padres de mis alumnos. Creo que por ello, en ambos practicum he elegido una temática en la que estén implicados. Desde mi centro de educación infantil hasta tres años, apoyo a los familiares a colaborar con el centro. Creo que en mí, y en general en los docentes de las etapas de infantil, se apoya la posibilidad de formar a los padres en cuanto a la colaboración con los centros. Esa es una de las aportaciones que realizo en forma de "granito de arena" al cambio que se está produciendo en el proceso de enseñanza -aprendizaje que acabamos de debatir.
Una de mis pasiones es el mundo de las necesidades educativas especiales, por ello he enfocado estas prácticas a los TDHA.
La experiencia debo decir que ha sido realmente positiva. Gracias a los familiares que se han volcado con las sesiones, asistiendo puntuales y compartiendo experiencias individuales con todos los demás. Y sobre todo, agradecer al EOEP lo fantásticamente bien que se han portado conmigo. Especialmente en el tiempo que me han dedicado todos al proyecto en general y a las soluciones y apoyos aportados que me han ayudado a sacarlo adelante.
¿Qué cambiaría del proyecto?. Sin duda, una planificación que implicara a personal docente, especialmente a los tutores de los alumnos hiperactivos. Creo que las sesiones hubieran provocado un acercamiento entre familia y centro que tanto bien les hace a los alumnos.
Además, me hubiera gustado llevar a cabo un blog de las sesiones en las que hubieran podido intervenir los padres implicados y hacer una evaluación a través de esta herramienta tan útil.
El proceso de planificación de mi proyecto ha ido madurando a lo largo del tiempo, especialmente en el marco teórico que he comprendido que es vital para el desarrollo de todo proyecto. Partir de unas bases teóricas en cuanto a contenidos por un lado y a mi actuación por otra, ayuda elegir el camino correcto. (todo esto me lo han recalcado en el EOEP muchas veces).
Y en cuanto a contenidos debo concluir que me ha sorprendido la facilidad con la que se diagnostica a estos niños y el porcentaje tan alto de errores en el diagnóstico pasados los 11 años. Cuando los familiares te cuentan que sus hijos “ya no son hiperactivos”. ¿Cómo es posible, ¿habrá sido un milagro?. Definitivamente no son milagros, sino errores de un equipo de especialistas en los que incluyo a los docentes que etiquetamos con mucha facilidad. Pero debemos ser consecuentes con este dato. Si tu hijo tiene un trastorno pragmático semántico y te lo etiquetan como TGD, no es tan grave. A veces incluso es mejor estas etiquetas ya que tu hijo se beneficiará de un mayor apoyo. Pero en el caso de los TDHA, el problema es la medicación, y los afectados directamente son los alumnos y su salud en general.
Tras todas estas palabras, y a modo de conclusión final, considero que he logrado una formación en cuanto al trabajo de un psicopedagogo se refiere.

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